Hay asambleas en todas partes, allá donde miremos podemos encontrar un encuentro asambleario. Un partido de fútbol es una singular asamblea que dirime a base de puntapiés un sencillo asunto: cuál de entre los dos equipos es más diestro. Podríamos argumentar que cada vez que asistimos al teatro nos reunimos en una asamblea, ciertamente una de tipo pasivo donde poco aportamos. Y después están las asambleas formales rodeadas de suntuosidad y boato: aquellas que ocurren en los parlamentos (así nos lo recuerda vivamente Francia, donde su cámara de representantes recibe el nombre de Asamblea Nacional Francesa).

Este manual pretende aportar algunos recursos que ayudan a reunirnos, debatir, dialogar, enfrentarnos (dialécticamente), discrepar (pero no gritar)… Recursos para asamblearse, para organizar encuentros asamblearios, que no sólo nos permiten discutir cosas en común sino construir asuntos comunes.

La asamblea que se describe es una que no solo se hace cargo de asuntos públicos que nos conciernen, sino que los fabrica y los airea, los vocea y hace públicos. Una asamblea que no produce únicamente consensos o proporciona soluciones, sino que revela disensos productivos y construye problemas compartidos.

La Aventura de Aprender es un espacio de encuentro e intercambio en torno a los aprendizajes para descubrir qué prácticas, atmósferas, espacios y agentes hacen funcionar las comunidades; sus porqués y sus cómos o en otras palabras, sus anhelos y protocolos.

Este proyecto parte de unos presupuestos mínimos y fáciles de formular. El primero tiene que ver con la convicción de que el conocimiento es una empresa colaborativa, colectiva, social y abierta. El segundo abraza la idea de que hay mucho conocimiento que no surge intramuros de la academia o de cualquiera de las instituciones canónicas especializadas en su producción y difusión. Y por último, el tercero milita a favor de que el conocimiento es una actividad más de hacer que de pensar y menos argumentativa que experimental.

Estas guías didácticas tienen por objetivo favorecer la puesta en marcha de proyectos colaborativos que conecten la actividad de las aulas con lo que ocurre fuera del recinto escolar.

Sin aprendizaje no hay aventura, ya que las tareas de aprender y producir son cada vez más inseparables de las prácticas asociadas al compartir, colaborar y cooperar.

Proyecto concebido y coordinado por: Antonio Lafuente y Juan Freire

Temas

Formatos