Numerosas familias de todo el mundo han constituido una asociación internacional para reclamar el derecho a educar a sus hijos sin llevarlos a la escuela. Piensan que los estados pueden exigirles la obligación de educar a los niños, pero no han de imponerles cómo deben hacerlo y, a su juicio, con el desarrollo de Internet y las nuevas tecnologías la educación escolarizada no es ya la única alternativa.

Su propuesta ha encontrando eco entre algunas empresas dedicadas a la educación a distancia que se presentan ya como una alternativa eficaz a la escuela presencial. Los sindicatos de docentes y algunos intelectuales han visto en estas iniciativas desescolarizadoras un grave peligro, no sólo para sus intereses profesionales, sino para el futuro de la igualdad en la educación de la infancia.

En este conflicto se manifiestan los desafíos que comportan las nuevas tecnologías para las formas de vida heredadas de la modernidad y se debaten conflictos entre derechos individuales y deberes sociales en un asunto que, como la educación, supone un lugar de encuentro privilegiado entre las tecnologías y los valores.

Autor/es: Mariano Martín Gordillo

Año: 2005

Publicado en: OEI, Colección Educar para Participar

Idioma: Español

Traducir: DeepL

Los casos simulados CTS son propuestas para el aprendizaje de la participación ciudadana a través de controversias sobre ciencia y tecnología con relevancia social o ambiental. Se trata de estrategias educativas diseñadas por los miembros del grupo Argo y experimentadas desde hace años en aulas españolas y latinoamericanas. En ellos se plantean problemas reales de interacción entre ciencia, tecnología y sociedad en ámbitos como la salud, el medio ambiente, el urbanismo, etc.

Cada una de esas controversias parten de un problema sobre el que se ha de tomar una decisión. Los diversos puntos de vista, intereses y valores presentes en la controversia son encarnados por distintos grupos que configuran una red de actores sociales con planteamientos diferenciados. En esa red existe siempre un grupo que tiene el papel de mediador, garantizando la apertura y pluralidad del debate y haciendo posible que la decisión final sea fruto de la negociación y el consenso a partir de los argumentos presentados por los grupos que defienden valores e intereses enfrentados.

Una vez presentado el problema de un caso simulado, el alumnado se distribuye por equipos para representar el papel de cada uno de los actores de esa controversia y buscar informaciones y argumentos que pueden resultar útiles para defender sus puntos de vista. Para ello cuentan con diversos documentos, unos ficticios y otros reales, que facilitan su trabajo y que, junto con las guías y orientaciones para el docente, se incluyen en cada uno de los libros.

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