Un artículo que pone evidencia que “el problema con el debate actual sobre el impacto de las tecnologías de la información en la política –reducido, en esencia, a los llamados tecnoutopistas versus los tecnofatalistas– es la falta de imaginación al pretender explicar las posibilidades y meandros que surgen de poner la tecnología en el centro de la esfera pública”.
Beas analiza la campaña electoral de Obama, la “Primavera Árabe” y el caso Snowden, advirtiendo que la receta tecnológica simplista no corrige los problemas sociales, económicos y políticos de una sociedad.